El Gobierno anunció en marzo de 2017 un plan orientado a llegar a producir un millón de vehículos en el 2023. Durante el anuncio, el presidente Mauricio Macri indicó: “Alcanzamos este acuerdo estratégico que tiene dos metas fundamentales: lograr producir un millón de automóviles y no solo cuidar la familia de trabajadores de esta industria, que es tan importante, sino hacerla crecer en más de 30.000 puestos de trabajo”. Resulta especialmente paradójico que estos dos objetivos estuvieron muy lejos de cumplirse.
La industria automotriz es uno de los eslabonamientos industriales más importantes del país, tanto por el tamaño de sus empresas como su impacto internamente y de fuerte influencia en el sector externo. Además del peso específico del sector, el Gobierno Nacional anunció el “Plan 1 millón” que tenía como objetivo la producción de 750.000 autos en 2019 y llegar a 1.000.000 en 2023. Al mismo tiempo, se propuso crear 30.000 puestos de trabajo para ese mismo año.
Las políticas económicas del actual Gobierno Nacional impactaron negativamente en el entramado productivo nacional. Específicamente, la industria manufacturera fue el sector más golpeado por la combinación de falta de demanda -por la caída generalizada de los ingresos-, aumentos tarifarios exponenciales, alta tasa de interés y apertura importadora que reemplaza producción y trabajo nacional por extranjero.
La industria manufacturera atraviesa una delicada situación debido a una serie de elementos que configuran un panorama adverso para el desarrollo de esta actividad. Entre ellos se encuentran la retracción del dinamismo del mercado interno -principal destino de los bienes finales industriales- explicado centralmente por la caída del poder adquisitivo de los salarios. Además se suman los aumentos de tarifas -gas y electricidad- y también de los combustibles que impactan de lleno en la estructura de costos de la industria (1).
En los primeros ocho meses de 2017, se profundizó la caída de la producción en la industria automotriz a pesar del aumento de las ventas en los concesionarios. De esta manera, la política industrial del gobierno de Mauricio Macri se aleja del ideal de lograr un mayor componente valor local en la cadena de valor automotriz, para continuar reemplazando producción nacional por importaciones.
Algunas especificaciones del sector: ¿Quiénes participan?
A nadie escapa la importancia que el complejo automotriz-autopartista tiene para nuestro país a nivel de valor agregado, encadenamiento productivo, redes de proveedores, empleo y comercio exterior. La cadena automotriz-autopartista consta de tres partes: