Medición de pobreza (noviembre 2015 - abril 2016)
Las mediciones de los indicadores sociales de indigencia, pobreza, vulnerabilidad y poder adquisitivo del salario, medidos desde noviembre 2015 hasta abril 2016, dan resultados preocupantes.
La indigencia ha aumentado 42% en sólo seis meses, pasando de 5.71% en noviembre 2015 a 7.89% en abril 2016 de la población urbana del Gran Buenos Aires. Esto implica que hay una enorme cantidad de hogares que al no poder afrontar con ingresos propios sus necesidades nutricionales estarán reducidos a la búsqueda de alimentos y abrigo de parte de terceros. Se incrementará por primera vez en años las personas en situación de calle.
La pobreza ha aumentado concomitantemente con la indigencia pasando de 19.82% en noviembre 2015 a 33.25% en abril 2016. El aumento más fuerte ha sido entre noviembre 2015 y enero 2016 donde pasa de 19.82% a 29.23%; un aumento de más de 9 puntos en tan solo dos meses; sin red de protección social adecuada o en retroceso, la situación social de estas familias es grave. A partir de febrero la pobreza ha continuado su avance cada mes y los aumentos salariales no han mitigado su progresión.
No sólo 33.25% de la población está en situación de pobreza y dentro de esta población 7.89% no tienen suficientes ingresos para nutrirse adecuadamente, pero también 4.62% de la población está en situación de vulnerabilidad. Esta población es parte de hogares cuyos ingresos están en una banda de 10% por encima de la línea de pobreza. Si se sigue profundizando el aumento de precios sin una aumento de ingresos correspondiente, esta población también irá cayendo en la pobreza.
En definitiva, si se agrega el fenómeno de la vulnerabilidad a la indigencia y pobreza en abril 37.87% de la población está en situación de indigencia, pobreza o vulnerabilidad.
El poder adquisitivo de los salarios promedios ha perdido 28.0% de su capacidad de compra entre noviembre 2015 y abril de 2016. Mientras que entre enero 2016 y abril 2016 la pérdida ha sido de 6.5%. El impacto de la devaluación en los precios de la canasta básica total aunados a un estancamiento de los salarios en el mismo período ha tenido un efecto nefasto en el poder adquisitivo de todos los salarios.
Introducción
El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) y el Instituto de Economía Popular (IndEP) se han unido para estimar la indigencia y la pobreza en Argentina habida cuenta de la ausencia de mediciones oficiales en la materia.
Este informe da cuenta de los resultados de esta estimación para el período entre noviembre 2015 y abril 2016. Este esfuerzo tiene vocación a ser continuado y ampliado en el corto plazo.
Este trabajo viene sustentado en una amplia investigación metodológica previa descripta en los anexos y que dieron lugar a adoptar la metodología CEPA-IndEP. Cabe destacar que esta metodología se nutre del trabajo de relevamiento de campo mensual que realiza el IndEP.
Metodología
La metodología de medición de la indigencia y pobreza adoptada es indirecta ya que compara los ingresos de la población a canastas de consumo que representan las líneas de indigencia y pobreza. Como en todo método indirecto, el ingreso es un indicador de la capacidad con la que cuenta un hogar para satisfacer sus necesidades, pero no se mide si efectivamente dichas necesidades han sido satisfechas. Este método es el más común en América Latina.
Las líneas de indigencia y pobreza son establecidas por medio de la valoración de canastas de consumo y la cantidad de indigentes y pobres son aquellos miembros de hogares que no tienen los ingresos suficientes para adquirir las canastas de consumo que representan las líneas de indigencia y pobreza respectivamente.
La canasta básica alimentaria (CBA) es constituida por bienes de consumo alimentarios que requiere una persona para sobrevivir. La composición de la CBA es normativa y es constituida a partir de estudios de nutricionistas que establecen cuánto es el mínimo requerimiento calórico necesario para la población. En el caso de Argentina, la tabla de requerimientos calóricos está presentada en anexo y fue desarrollada en 1988 por un estudio de pobreza realizado por el INDEC y nutricionistas (Morales, 1988). A partir de este estudio y la encuesta de ingresos y gastos de los hogares de 1985/1988, el INDEC estableció los productos y las cantidades que debían componer la CBA para cumplir con los requerimientos calóricos establecidos. La valoración monetaria de la CBA es la línea de indigencia.
Cabe resaltar que la CBA no contiene todos los productos consumidos por la población sino que los productos mayoritarios consumidos por la población de referencia en cantidades que llevan a cumplir con el mínimo calórico.
Basándose en la CBA del INDEC, la metodología de CEPA-IndEP considera básicamente la misma CBA con algunos remplazos que no alteran los requerimientos calóricos: (i) el té se remplaza por café; (ii) la batata por papa; (iii) las galletitas dulces por galletitas saladas; (iv) otras harinas por harina de trigo; (v) legumbres secas por arroz común; y (vi) no se incluye la sal y vinagre.
En la metodología CEPA-IndEP, el valor de la CBA es medido cada mes por relevamiento directo por miembros del IndEP en CABA y el Gran Buenos Aires (1).
Para establecer la línea de pobreza se constituye la canasta básica total (CBT) que es aquella que incluye la CBA y otros bienes no alimentarios. El valor de la CBT resulta de la multiplicación del valor de la CBA por la inversa del coeficiente de Engel. En otras palabras la CBT no es medida sino estimada de manera indirecta. El valor monetario de la CBT es la línea de pobreza.
El cálculo de la CBT por medio de la inversa del coeficiente de Engel es el procedimiento más común y el que fue adoptado por el INDEC. El coeficiente de Engel es la proporción del valor del consumo en alimentos de relación al valor del consumo total para una subpoblación de referencia. En la metodología CEPA-IndEP los coeficientes de Engel fueron obtenidos de las mediciones mensuales de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), puesto que CEPA-IndEP no mide los precios de todos los productos consumidos por la población y no mide el índice de precios al consumidor.
Las líneas de indigencia y de pobreza luego son comparadas con los ingresos de la población, por medio de los ingresos declarados en la encuesta permanente de hogares (EPH) realizada trimestrialmente por el INDEC. Dichos ingresos incluyen los salarios privados registrados, no registrados, los cuenta propias y patrones, los salarios públicos, las jubilaciones, las pensiones, la AUH y otras transferencias. Los ingresos reportados en la última EPH (segundo trimestre de 2015) fueron actualizados por el índice de salarios publicado por el INDEC (entre julio 2015 y marzo 2016) y la información disponible sobre los acuerdos paritarios (abril 2016).
Los anexos describen ampliamente los diversos métodos que existen para medir la indigencia y pobreza, además se detalla el estado del arte en la materia. Se describe la metodología del Instituto de Estadísticas y Censo y los detalles pormenorizados de la metodología CEPA-IndEP.
Evolución de las canasta básicas
Los relevamientos de los precios de la canasta básica alimentaria (CBA) están presentados en el Cuadro 1y muestran un aumento fuerte entre noviembre 2015 y enero 2016 para el Gran Buenos Aires, reflejando, sin dudas, el efecto de la devaluación y seguramente de la quita de retenciones. La tendencia ha continuado a la suba para el Gran Buenos Aires hasta abril en el que los precios de los alimentos se han estabilizado. En total, entre noviembre 2015 y abril 2016 el aumento total de la CBA ha sido 45.3%.
Para no ser indigente en el Gran Buenos Aires hoy un hogar tipo debe tener ingresos superiores a $4,758.82.
Para no ser pobre en el Gran Buenos Aires un hogar tipo debe tener ingresos superiores a $10,708.52. Tomando en cuenta que el salario mínimo vita y móvil (SMVM) es $6,000 y será elevado a $6,810 en junio, $7,560 en septiembre para alcanzar $8,060 en enero 2017, queda claro que aun con un miembro de la familia trabajando con un salario mínimo la familia tipo está por debajo del umbral de la pobreza y lo seguirá estando aun cuando alcance el monto meta en enero de 2017. Una familia tipo hoy en Gran Buenos Aires debe tener más de un miembro de la familia trabajando por encima del SMVM para que el hogar no sea pobre y el SMVM sólo alcanza para que una familia tipo no sea indigente, pero no alcanza para que no sea pobre.
Indigencia y Pobreza
La indigencia en noviembre en el Gran Buenos Aires era el 5.71% y aumentó explosivamente entre noviembre y enero pasando a 7.15% en ese mes. Entre febrero y abril, ha habido una estabilización de la cantidad de indigentes hoy habría 7.89% de la población en situación de indigencia.
Al igual que la indigencia el aumento de la pobreza desde noviembre a abril ha sido notable pasando de 19.82% a 33.25% en tan solo seis meses. El aumento de los precios aunados a un atraso en el tiempo de los aumentos salariales y por montos claramente por debajo del aumento de precios ha resultado en un vertiginoso crecimiento de la pobreza.
Vulnerabilidad
La indigencia y la pobreza contabilizan hogares y población que se encuentran por debajo de un umbral decidido normativamente. Es importante tener también en cuenta la población que se acerca a ese umbral, porque en una situación de alta volatilidad de los precios, sus condiciones de vida pueden cambiar rápidamente. Existe, entonces, una población en situación de vulnerabilidad porque sus ingresos los sitúan cerca de la línea de pobreza. Para determinar cuántas personas hay en esta situación se definió que aquella población perteneciente a un hogar cuyos ingresos están sólo el 10% por encima de la línea de pobreza están en situación de vulnerabilidad.
La cantidad de personas en situación de vulnerabilidad pasó de 2.96% a 4.62%. Después de un salto muy fuerte entre noviembre y enero en el que casi duplica la población en situación de vulnerabilidad, esta tiende a estabilizarse entre enero y abril.
En definitiva, si uno agrega el fenómeno de la vulnerabilidad a la indigencia y pobreza encuentra que en abril más del 37% de la población está en situación de indigencia, pobreza o vulnerabilidad.
Poder adquisitivo de los salarios
Se ha medido el poder adquisitivo de los salarios en base a la cantidad de canastas básicas totales (CBT) que han podido adquirirse con los salarios por región. Esta medida no es una medida de pobreza, pero da una indicación de la evolución de los ingresos promedios en relación a lo que pueden adquirir.
La pérdida del poder adquisitivo promedio de los salarios ha sido muy elevada. Entre noviembre y enero los salarios perdieron 21.5% de su poder adquisitivo. Desde enero la merma del poder adquisitivo ha sido menor pero muy alto en términos históricos; desde enero a abril la pérdida del poder adquisitivo del salario ha sido de 6.5%. Desde noviembre a abril, la pérdida ha sido extraordinaria sumando 28.0%
Anexo 1: Consideraciones metodológicas
Estado del Arte
Existen diversas maneras de medir la pobreza que se basan en definiciones conceptuales distintas. Dentro de dicha diversidad, la mayoría de los estudios económicos se han enfocado en aquellas basadas en la “necesidad”, “estándar de vida” e “insuficiencia de recursos”.
“No siempre es posible clasificar un método de medición de pobreza de manera unívoca dentro de cualquiera de estas definiciones. Sin embargo, varios de los métodos más utilizados guardan una relación preferente con alguna de ellas. Así, el método de las “necesidades básicas insatisfechas”, está basado primordialmente en una concepción de la pobreza como “necesidad”. En este enfoque no importa si los individuos poseen el ingreso para satisfacer sus necesidades básicas, sino que efectivamente éstas hayan sido cubiertas. El “método de líneas de pobreza a partir del costo de las necesidades básicas”, en tanto, se relaciona con la definición de “estándar de vida”. En él, se considera pobres a las personas cuyo ingreso o consumo no es suficiente para mantener un nivel de vida considerado mínimo. Por su parte, el método “relativo” está ligado con la interpretación de pobreza como “insuficiencia de recursos”, ya que la satisfacción de necesidades específicas es irrelevante, y lo que importa es que los recursos disponibles permitan llevar una “forma de vida aceptable” de acuerdo a los estándares sociales prevalecientes(Feres J.C., Mancero X. 2001)”.
En Argentina se ha medido sistemática e institucionalmente tanto la pobreza por necesidades básicas insatisfechas (NBI) como por línea de pobreza absoluta a través del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC).
Línea de pobreza
El método por línea de pobreza es un método “indirecto” puesto que clasifica como pobres aquellos que no cuentan con los recursos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas.
La línea de pobreza establece el ingreso o gasto mínimo que permite mantener un nivel de vida adecuado, según ciertos estándares elegidos. Es decir, se considera pobres a aquellas personas con un ingreso menor a la línea de pobreza.
Se distinguen cuatro métodos para medir la línea de pobreza: (i) el consumo calórico; (ii) el costo de las necesidades básicas; (iii) el método relativo; y (iv) el método subjetivo.
1- Consumo calórico: este método calcula el nivel de ingresos necesarios para obtener un consumo calórico mínimo predeterminado. El consumo calórico predeterminado se obtiene de estudios nutricionales y otros supuestos y en general se utiliza las recomendaciones de la FAO (Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). Bajo este método se ubican los hogares que consumen alimentos al nivel del consumo calórico mínimo y se utiliza sus ingresos para fijar la línea de pobreza.
2- Costo de las necesidades básicas: este método supone una canasta básica de consumo compuesta de diversos bienes y el ingreso necesario para adquirirla es la línea de pobreza. Este método incluye bienes alimentarios y no alimentarios a diferencia del método anterior.
Los bienes de la canasta básica alimentaria son una combinación de bienes cuyo costo es el mínimo necesario para adquirir las calorías que satisfaga las necesidades de nutrición. En general, se eligen bienes consumidos por un segmento de referencia de la población según lo demuestran las encuestas de gastos de hogares y que sumados cumplan con las necesidades de consumo calórico predeterminado, como en el método anterior (Rio Poverty Group, 2002, p.56). En cuanto a la canasta de bienes no alimentarios, existen dos métodos. El primero consiste en medir directamente una canasta de bienes no alimentarios tales como vivienda, vestuario, energía, transporte etc. La dificultad de este método es determinar los componentes y cantidad mínima de dicha canasta. El segundo método consiste en observar la proporción del gasto de la canasta básica dentro del gasto total del hogar en la población de referencia. La proporción del gasto de alimentos en relación del gasto total se denomina el coeficiente de Engel, la inversa de este coeficiente se suele denominar el coeficiente de Orshansky. La línea de indigencia (LI) o extrema pobreza consiste en el ingreso necesario para adquirir la canasta básica alimentaria y la línea de pobreza (LP) se obtiene multiplicando la LI por el coeficiente de Orshansky.
3- Método relativo: los métodos anteriores son medidas absolutas de pobreza y son las más comunes en América Latina. En los países desarrollados se utiliza una medida relativa que fija la línea de pobreza a una “distancia” de los ingresos medios. Así la pobreza es una medida de privación relativa de unos individuos en relación a otros.
4- Método subjetivo: este método consiste en preguntarles a los encuestados, cuánto sería el ingreso necesario del hogar para vivir. Luego se compara el ingreso efectivo que tiene el hogar con la percepción del su ingreso necesario, los hogares que tienen ingresos efectivos por debajo del ingreso percibido necesario son considerados pobres. Este método surge de la idea de que los métodos anteriores incluyen arbitrariedades de los investigadores, tales como la determinación de la composición de las canastas de consumo, o la distancia entre el ingreso medio y el ingreso para ser pobre en el método relativo.
Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI)
El método de NBI es considerado “directo” puesto que consiste en verificar si los hogares han efectivamente satisfecho una serie de necesidades previamente establecidas que se consideran indispensables para no ser pobre.
Cada país utiliza los indicadores que considera más apropiados a su contexto, pero se han ido afirmando los siguientes indicadores comúnmente usados: (i) hacinamiento; (ii) vivienda inadecuada: (iii) abastecimiento inadecuado de agua; (iv) carencia o inconveniencia de servicios para la evacuación de excreta; (v) inasistencia a escuelas primarias de los menores en edad escolar; y (vi) un indicador indirecto de ingreso (Feres J.C., Mancero X. 2001).
En Argentina el INDEC viene midiendo las NBI con cada censo y ha dispuesto que las NBI se midan por medio de los siguientes indicadores (INDEC, s/f):
- hogares que habitan viviendas con más de tres personas por cuarto (hacinamiento crítico)
- hogares que habitan en una vivienda de tipo inconveniente (pieza de inquilinato, vivienda precaria u otro tipo)
- hogares que habitan en viviendas que no tienen cuarto de baño
- hogares que tienen un niño en edad escolar (6 a 12 años) que no asiste a la escuela
- Hogares que tienen cuatro o más personas por miembro ocupado y en los cuales el jefe del hogar tiene bajo nivel de educación (sólo asistió dos años o menos a nivel primario).
Se considera pobre el hogar que tenga al menos una NBI.
El uso de datos censales para este tipo de medición implica que se evalúa toda la población y no sólo una muestra. “La utilización de datos provenientes de los censos nacionales representa una de las mayores fortalezas de este método, frente a otras alternativas que se basan en las encuestas de hogares por muestreo como fuente de información. Disponer de datos sobre las necesidades de todos los hogares de un país, permite caracterizar con un alto grado de detalle las necesidades de los pobres, ya sea por zonas geográficas u otro tipo de clasificación (Feres J.C., Mancero X. 2001)”.
Medición de pobreza multidimensional (IPM)
El índice de pobreza multidimensional fue desarrollado por investigadores de la universidad de Oxford dentro del marco de laOxford Poverty & Human Development Initiative (OPHI). El método es una manera directa de medir las privaciones de los hogares en distintas dimensiones (Alkire, S., Foster, J. 2007).
El método consiste en elegir las dimensiones sobre las cuales se van a medir las privaciones y dentro de estas se eligen indicadores, cada dimensión e indicador tiene un ponderador.
A título de ejemplo, en Colombia la medición incluye las siguientes variables:
Como el NBI en el IPM la unidad de análisis es el hogar y por lo tanto las informaciones deben provenir de la misma fuente. Se suelen utilizar encuestas de hogares y/o encuestas especificas censales.
Se considera que todos los miembros del hogar pobre son pobres y que los hogares pobres son aquellos que se encuentran por debajo de un umbral predeterminado. En el caso de Colombia se considera pobre al hogar que tiene privaciones en al menos 33% de los 15 indicadores medidos (CONPES, 2012).
Metodología del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC)
El INDEC venía midiendo la pobreza por ingresos y por NBI. La medición por ingresos se origina a fines de los años 90 y se basa en una metodología de pobreza absoluta en base a una línea de pobreza. Esta medición se interrumpió en 2014. La medición por NBI sigue siendo publicada pero como los datos surgen de cada censo su periodicidad es de cada 10 años.
En el caso de la medición del INDEC cabe resaltar algunas cuestiones metodológicas aclaratorias. Como toda metodología de este tipo, el cálculo de pobreza surge de la comparación de los ingresos con la línea de pobreza. En este caso, los ingresos surgen de la encuesta permanente de hogares (EPH) que se realiza en todas las aglomeraciones urbanas de más de 5,000 habitantes cada trimestre y la línea de pobreza extrema (o indigencia) se calcula de una canasta básica alimentaria.
Línea de indigencia
La línea de indigencia utilizada por el INDEC surgió de un estudio realizado entre 1988 y 1990 en base a la encuesta de ingresos y gastos de hogares de 1985/1986. Dicha metodología es la más común para este tipo de estimación y que ha sido descripta genéricamente en los párrafos anteriores.
Para determinar la canasta básica alimentaria se consideran las recomendaciones de nutricionistas en cuanto a la cantidad de calorías mínimas que debe ingerir una persona para vivir. Ello se realiza para personas de distinto sexo y edad suponiendo una actividad física moderada. El cuadro 1 indica los valores adoptados en Argentina y varios países vecinos.
A partir de los requerimientos calóricos de la población, se estableció una canasta de alimentos cuyo contenido y cantidad diaria debía llegar a las calorías establecidas y a su vez respetar los hábitos alimentarios de la población. Para ello, se eligió un segmento de referencia en la población cuyos consumos de alimentos pudieran satisfacer estrictamente, o superaran levemente, los requerimientos nutricionales mínimos (2). Por ello, la población de referencia elegida en Argentina es aquella cuyos ingresos se encuentra en el segundo quintil.
Cabe destacar que a partir de la relación de las necesidades calóricas de las personas según su edad y sexo se establecieron equivalencias para poder hacer los cálculos por hogares o por persona. El cuadro 3, indica las equivalencias de cada persona en relación al adulto varón de 30 a 59 años.
A partir de la encuesta de ingresos y gastos de 1985/1986 se analizó la canasta de consumo de la población de referencia y utilizando el requerimiento calórico indicado se establecieron las cantidades de productos que debían componer la canasta básica en base a lo que efectivamente, según la encuesta, consume el grupo de referencia.
Línea de pobreza
Para obtener la línea de pobreza, se procedió con la metodología que consiste a establecer el componente no alimentario de la canasta básica por medio del coeficiente de Orshansky o la inversa del coeficiente de Engels.
Esta metodología consiste en asumir que los hogares que satisfacen sus requerimientos nutricionales también cubren sus demás necesidades. Así, el componente no alimentario de la canasta básica se establece de manera agregada considerando que su participación relativa debe ser la misma que los gastos no alimentarios tienen en el gasto efectivo de la población de referencia. La relación Gasto en alimentos/Gasto total se denomina coeficiente de Engel. Entonces, se parte del gasto normativo de alimentación (el valor de la canasta básica) y se lo multiplica por la inversa del coeficiente de Engel observado en la población de referencia.
Según el resultado de la encuesta de ingresos y gastos de la población de 1985/1986 el coeficiente de Engel de la población de referencia según la encuesta era 0.483, con lo cual la inversa del coeficiente era 2.07. Por lo tanto, el valor de la canasta básica alimentaria debía ser multiplicada por 2.07 para obtener el valor de la canasta básica total. El valor de la canasta básica total determina el ingreso necesario para no ser pobre, o sea la línea de pobreza.
Valorización y actualización de las líneas de indigencia y pobreza
La canasta básica alimentaria (CBA) es valorada utilizando los precios promedio relevados al momento de la encuesta de ingresos de los hogares. El coeficiente de Engel es obtenido igualmente de la encuesta de ingresos y gastos de los hogares y por tanto el valor de la canasta básica total (CBT) se obtiene de la multiplicación de la CBA por la inversa del coeficiente de Engel.
Después del calculo inicial del año de base, los valores de la CBA y CBT son obtenidos de manera indirecta. El valor de la CBA es obtenido aplicando el IPC de los alimentos que componen la CBA cada mes y el valor de la CBT es obtenido multiplicando la CBA por la inversa del coeficiente de Engel del período.
Para establecer en cada período el valor del coeficiente de Engel, que tiene por objeto tomar en consideración las variaciones de precios relativos, se procede a actualizar la estructura de gastos del segundo quintil del ingreso per cápita del hogar (población de referencia) de acuerdo a los cambios experimentados por los índices de precios correspondientes, lo cual supone que se mantienen constantes las cantidades físicas del año base.
Es importante destacar que son los precios de los productos que componen la canasta básica total consumida por la población de referencia (segundo quintil) y no la población total que se utilizan. En este sentido, es posible que la composición de la canasta consumida por la población de referencia sea similar a la de la población total pero sus ponderadores son distintos.
En el cuadro 5 se presentan los valores publicados por el INDEC de la CBA, CBT y de la inversa del coeficiente de Engel.
Mejoras metodológicas
En 2002 el INDEC introdujo una mejora metodológica tendiente a federalizar la estimación de pobreza que hasta esa fecha únicamente concernía el Gran Buenos Aires. En efecto, a partir de 2002, se estimaron las canastas básicas alimentarias por región aplicándoles la paridad de poder de compra de cada región a la canasta básica alimentaria original medida en el Gran Buenos Aires.
Las Paridades de Poder de Compra del Consumidor (PPCC) miden la relación entre el costo de una canasta de bienes y servicios representativos del consumo de la población urbana de una región determinada y el costo que esa misma canasta tendría si se pudiera adquirir a los precios medios de otra región que se toma como base para las comparaciones. Las PPCC reflejan diferencias regionales en el nivel de precios y no en las cantidades o volumen físico del consumo (INDEC, 2012b).
Estimación de ingresos para el cálculo de pobreza e indigencia
Una vez valoradas las CBA y CBT se analiza la distribución del ingreso de la población. Para ello el INDEC utiliza al encuesta permanente de hogares (EPH) que se realiza en todas las aglomeraciones urbanas de más de 5,000 habitantes. La EPH cubre un universo de 26 millones de personas.
A partir de la EPH, que se realiza trimestrialmente, el INDEC obtiene los ingresos registrados y no registrados de toda la población y calcula la proporción de personas cuyos ingresos no alcanza para adquirir la CBA y la CBT. Para sacar obtener la indigencia y pobreza mensual actualiza los valores de salarios con un índice de salarios que es calculado mensualmente por el INDEC (3).
Reflexiones
Es importante remarcar que la metodología utilizada por el INDEC se ajusta a lo que en general todos los países hacen para calcular la indigencia y pobreza. Sin embargo, cabe destacar algunos aspectos de la metodología.
La canasta básica fue elaborada en base a la encuesta de ingresos y gastos de 1985/1986 y la inversa del coeficiente de Engel inicial también. Dicha encuesta fue realizada durante un año en el Gran Buenos Aires (INDEC, s/f-c). Las variaciones posteriores de las canastas y del coeficiente de Engel surgen de la variación de precios de las canastas que son calculadas en base al IPC. Por ello, es importante recalcar que las mediciones de IPC en Argentina hasta el año 2014 se realizaban únicamente en el Gran Buenos Aires.
La mejora metodológica introducida en 2002 calculó el PPCC para “federalizar” las canastas, sin embargo el IPC, y por lo tanto la inversa del coeficiente de Engels, siguió siendo calculado sólo para el Gran Buenos Aires.
En resumen, las canastas surgen de encuestas de gastos de los hogares del Gran Buenos Aires y son valoradas a precios promedio. Las diferencias regionales son obtenidas por medio del PPCC. Las actualizaciones posteriores se realizan con el IPC del Gran Buenos Aires.
Anexo 2: Metodología Indep-CEPA
Introducción
La metodología propuesta por el Indep y CEPA está en la línea de las metodologías de método “indirecto” por ingresos en base a una línea de pobreza. Esta metodología se basa en relevamientos de precios realizados por el equipo del Indep.
La metodología mide la pobreza en base a una línea de indigencia medida y una línea de pobreza obtenida por medio de la inversa del coeficiente de Engels. La pobreza e indigencia están dadas por la cantidad de personas cuyos ingresos no son suficientes para adquirir los bienes que constituyen la línea de pobreza y de indigencia respectivamente.
A diferencia de la metodología del INDEC, el relevamiento de los precios de la canasta básica alimentaria realizado por el Indep se lleva a cabo en cuatro de las seis regiones del país: AMBA, Patagonia, Pampeana, y Cuyo. Las mediciones de NOA y NEA se agregaran en el futuro cercano.
Línea de indigencia
La metodología detrás de la constitución de la canasta básica alimentaria es la más común e internacionalmente aceptada basada en requerimientos calóricos de la población. En concreto, se adoptaron los requerimientos calóricos necesarios resultado de la investigación sobre la pobreza en Argentina del INDEC de 1988 (Morales, 1988). El Cuadro 1indica dicho valores.
A partir de los valores energéticos se constituyó una canasta básica alimentaria, que contiene los mismos alimentos y cantidades de la canasta básica alimentaria (CBA) del INDEC con algunos remplazos que no alteran los requerimientos calóricos: (i) el té se remplaza por café; (ii) la batata por papa; (iii) las galletitas dulces por galletitas saladas; (iv) otras harinas por harina de trigo; (v) legumbres secas por arroz común; y (vi) no se incluyó sal y vinagre. Esta se presenta en el Cuadro 6para el adulto equivalente. Tanto la composición de la canasta como el requerimiento energético por persona y que deriva en el requerimiento por adulto equivalente, siguen la misma metodología del INDEC.
Relevamiento de la CBA
A diferencia del INDEC, el Indep releva los precios de esta CBA todos los meses en cuatro regiones del país: el Gran Buenos Aires que incluye la CABA y los 24 partidos del Conurbano bonaerense, región pampeana que incluye la Provincia de Buenos Aires (exceptuando los 24 partidos del Conurbano bonaerense), Santa Fe, Entre Ríos Córdoba y La Pampa, la región patagónica que incluye Río Negro, Neuquén, Santa Cruz, Chubut y Tierra del Fuego (4).
Los precios son relevados en establecimientos informantes constituidos por 30% en supermercados y 70% en otros establecimientos, conforme al comportamiento de los consumidores tal y como lo estableció la encuesta de ingreso y gasto de los hogares de 1985/1986 y fue confirmado en la encuesta de gastos de hogares de 2012 (INDEC, s/f-c).
El relevamiento incluye la cantidad de establecimientos siguientes por región:
- en la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires: 20 supermercados medianos/grandes, y 40 comercios de proximidad (minimercados-almacenes-verdulerias-carnicerías-panaderías)
- en la región pampeana: 17 Supermercados medianos/grandes y 30 comercios de proximidad (minimercados-almacenes-verdulerias-carnicerías-panaderías)
- en la región cuyana: 12 supermercados grandes y 18 comercios de proximidad (minimercados-almacenes-verdulerias-carnicerías-panaderías)
- en la región patagónica: 10 supermercados medianos/grandes y 20 comercios de proximidad (minimercados-almacenes-verdulerias-carnicerías-panaderías)
Para cada producto/variedad se relevan los precios de a lo sumo tres ejemplares en cada comercio, que se reconducen todas las quincenas. En caso de ausencia de un ejemplar de manera repetida, se sigue un protocolo de remplazo.
El precios promedio de las variedades por producto se obtienen como el promedio simple de los precios relevados en cada comercio, y luego el precio por región surge como el promedio simple de los precios de las variedades por región.
Para el mes de diciembre, en el que el IndEP no relevó precios, se optó proyectar el valor de la CBA medida en noviembre con la misma tasa de crecimiento que obtuvo FIEL entre los mismos meses, a saber: 7.01% (FIEL, 2016).
La línea de indigencia se establece para el adulto equivalente.
Línea de pobreza
La línea de pobreza se obtiene de manera indirecta por medio de la expansión de la línea de indigencia con la inversa del coeficiente de Engel. Este aspecto de la metodología es, por ahora, el más sensible porque ni el Indep ni CEPA miden este coeficiente. Este se obtiene por terceras fuentes.
Como se ha mencionado, el coeficiente de Engel o su inversa resultan de la diferencias en precios relativos de la canasta básica alimentaria y la canasta básica no alimentaria y para obtener esta información hay que relevar los precios de la canasta básica no alimentaria y la alimentaria.
Se consultaron varias alternativas de medición del coeficiente de Engel para utilizar para este cálculo. Los diversos organismos y consultoras que están calculando la pobreza e indigencia han abordado esta cuestión de distintas maneras. CIFRA mide la pobreza en base a la actualización de la CBT del INDEC desde 2006 actualizándola con el IPC 9 –Provincias, y por consiguiente no estima un coeficiente de Engel ya que aplica el mismo IPC tanto a la CBT como a la CBA. En el caso de la Fundación de Investigaciones Económicas Latinoamericanas (FIEL), ésta mide tanto la CBA como la CBT pero sólo en CABA. En el caso del Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (CIPPES) quienes miden una canasta básica utilizan el coeficiente de Engel calculado por el INDEC para entonces calcular la línea de pobreza. Por último, la propia serie del INDEC ha sido descontinuada. En el caso del Observatorio Social de la UCA, ésta no calcula su propia CBA para el cálculo de pobreza que realiza sino utiliza las CBA de terceros; en su metodología además indic utilizar un inversa de coeficiente de Engel de 2.08 fijo, para obtener la CBT.
La importancia del coeficiente de Engel y su inversa no puede ser más enfatizada, y la sensibilidad del cálculo de pobreza a éste coeficiente es evidente. Sin embargo, la deficiencia de las estimaciones del coeficiente por los diversos organismos y consultoras que suministran estimaciones de pobreza e indigencia es llamativo.
Para ilustrar la disparidad de los cálculos de los organismos analizados, en el Gráfico 4se ven los coeficientes de Engel utilizados o resultantes de las estimaciones de INDEC, FIEL y CIFRA para el cálculo de indigencia y pobreza. Las evoluciones de los coeficientes muestra las divergencias entre los organismos y alerta a tomar estos valores con suma cautela. La comparación de los coeficientes lleva a las siguientes reflexiones.
- Un coeficiente de Engel fijo puede ser válido en una serie larga, pero no da cuenta de los cambios de precios relativos bruscos como en una devaluación. El valor de CIFRA parece estar por encima del promedio de otras estimaciones.
- Hay mucha diferencia entre el coeficiente del INDEC y de FIEL en el año 2009. No parece que se hayan dado condiciones para una reducción tan brusca de los precios relativos de los alimentos en 2009, como indicaría el coeficiente de FIEL.
- A partir de 2010, la tendencia de INDEC y FIEL es a la baja de los precios relativos de los alimentos, pero en enero de 2014 la tendencia del INDEC se acentúa mientras que la de FIEL se revierte. Para FIEL la devaluación de 2014 habría resultado en un mayor aumento de precios de alimentos en relación al resto de la canasta, mientras que para el INDEC luego de un salto de precios de los alimentos estos habrían bajado en relación a los demás precios de la canasta básica. Es difícil determinar, si esta divergencia puede ser regional o por diferencias de cálculo, ya que FIEL sólo mide en CABA.
Este análisis ilustra la dificultad que conlleva adoptar un coeficiente de Engel.
En ausencia de mejor información, Indep-CEPA optó por utilizar la serie de FIEL tal y como fue presentada en el informe de mayo de 2016 (FIEL, 2016), entendiendo que este enfoque tiene varios sesgos. Se puede destacar los siguientes: (i) es una medición de CABA y no de las demás regiones; y (ii) usa los ponderadores del IPC que resultan de la encuesta de ingresos y gastos de los hogares de 2004/2005;
Ingresos
Para determinar la distribución de ingresos de la población se utilizaron las encuestas permanentes de hogares (EPH) realizadas por el INDEC que dan cuenta de los ingresos de la población. En ella se computan los ingresos salariales, no salariales y los ingresos registrados y no registrados.
La EPH también es usada por el INDEC para su cálculo de pobreza e indigencia. La EPH es realizada en todos los aglomerado urbanos de más de 5,000 habitantes y por tanto su universo es la población urbana de Argentina.
Al momento de realizar este informe la última EPH publicada era la del segundo semestre de 2015. Por lo que no se tenía información de los ingresos entre julio de 2015 y la actualidad.
Por ello, se optó por tomar los ingresos computados por la EPH al segundo semestre de 2015 y asumir que dichos ingresos eran los de fin de junio de 2015. Esos ingresos fueron actualizados por medio del índice de variación salarial (IS) publicado por el INDEC (INDEC s/f-f ; INDEC s/f-g) y estimaciones propias.
Los índices de variación salarial publicados por el INDEC contienen salarios privados registrados, no registrados y públicos hasta octubre de 2015. Entre noviembre 2015 y marzo 2016 el índice publicado no incluye los salarios no registrados.
Por ello, se hicieron las estimaciones siguientes: (i) los salarios cuenta propia y patrones se les aplicó la misma variación que los no registrados; (ii) para la variación mensual de los no registrados, cuenta propias y patrones entre noviembre 2015 y marzo 2016 se les aplicó el promedio de variación de los salarios privados registrados y públicos mensualizado.
Para incluir el mes de abril en las estimaciones, y en ausencia de un índice salarial publicado por el INDEC, se tomaron en cuenta los acuerdos de salarios paritarios que debían comenzar a regir en abril 2016. El Cuadro 8resume las variaciones aplicadas a los salarios por sector.
En cuanto a las jubilaciones, pensiones y planes se les aplicaron los aumentos pautados por la ley. Dichas variaciones fueron 33.03% en septiembre 2015 y 15.35% en febrero de 2016.
Cálculo de indigencia
El cálculo de indigencia es la cantidad de personas cuyos ingresos diarios no alcanzan para adquirir la canasta básica alimentaria.
Este cálculo consiste en comparar los ingresos del adulto equivalente al valor de la canasta básica del adulto equivalente. Por lo que se reducen todos los hogares al adulto equivalente. Ello es conforme a la metodología del INDEC y cuyos valores se encuentran en el Cuadro 3. Así todos los ingresos de los hogares se miden en adultos equivalentes y se comparan al valor de lo que dicho hogar consume en términos de adulto equivalente.
Los hogares que no alcancen a adquirir la CBA son considerados indigentes y todos los miembros del hogar son contados como indigentes.
El cálculo es realizado considerando los precios relevados por el equipo de InDEP. En el mes de diciembre, a falta de relevamientos se computó el valor de la línea de pobreza actualizada un 7.09%, valor que surge de la variación en la CBA informada por FIEL para dicho mes (FIEL, 2016).
Cálculo de pobreza
El cálculo de la pobreza se realiza de la misma manera que el cálculo de la indigencia, con la diferencia que los ingresos del hogar, en términos de adulto equivalente, son comparados a la canasta básica total (CBT) y no a la canasta básica alimentaria.
La CBT es obtenida multiplicando el valor de la CBT por la inversa del coeficiente de Engel. Como se explicó anteriormente dichos valores fueron obtenidos de FIEL y se presentan en el Cuadro 9.
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Notas al pie
(1) El Gran Buenos Aires incluye la CABA y los 24 partidos del Conurbano bonaerense.
(2) Cabe enfatizar que no se usa como grupo de referencia aquellos de ingresos más bajos, ya que éstos pueden no estar satisfaciendo los requerimientos nutricionales mínimos y tampoco se elige un grupo de referencia de ingresos altos porque éstos pueden estar ingiriendo la cantidad de calorías mínimas a costos innecesariamente elevados.
(3) El cálculo del índice de salarios y coeficiente de variación salarial tiene una metodología definida en: “Indice de Salarios y Coeficiente de Variación Salarial”, Metodología No. 16, Instituto de Estadísticas y Censo, INDEC.
(4) En el corto plazo se incluirán todas las regiones para cubrir todo el país.
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