Monitor de precios de carnes, frutas y hortalizas - Noviembre 2020
Con el propósito de analizar la evolución de algunos precios particularmente sensibles para los consumos de la población, desde el Observatorio de Precios del CEPA se realizó un análisis de los rubros Carnes y Frutas y Hortalizas.
Evolución de precios de la carne
Para el análisis de la evolución de los precios de la carne. Se utilizaron los precios promedio mensuales relevados por el Instituto de la Carne Vacuna (IPCVA), de cortes seleccionados de carne vacuna, y se ponderó en base la canasta de consumo de la población desarrollada en el “Estudio de Usos y Actitudes sobre el consumo de Carne Vacuna en Argentina (IPCVA)” [1]. Analizando la evolución de las variaciones mensuales a lo largo del año, se observan incrementos significativos durante enero (7,6%), marzo (5,6%) y abril (9,2%) y noviembre, donde el incremento ponderado de los cortes de carne vacuna fue del 7,7%. El resto de los meses los incrementos fueron menores.
Con el objetivo de analizar pormenorizadamente la evolución de los distintos segmentos de cortes, se realizó una categorización en cortes “caros, intermedios y económicos”, para analizar su evolución. Se incluyó el pollo dado los elevados niveles de consumo por parte de la población y su carácter de bien sustituto. En el siguiente gráfico observamos la evolución de las distintas categorías. Los cortes más caros son los que más han aumentado, promediando un 8,6%, casi 1 p.p. por encima del promedio de aumentos de carne, y más de 5 p.p. por encima del IPC general. Los cortes intermedios se incrementaron levemente se incrementaron en 5,8%. Esto implica un aumento por encima del IPC general, pero por debajo del promedio de carnes. Finalmente, el pollo fresco entero se incrementó en 3,3%, en el nivel del IPC general, y muy por debajo de los aumentos de los cortes cárnicos.
Dado el carácter sustituto del pollo respecto a los cortes vacunos, se analizó la evolución de precios del pollo fresco entero respecto al principal corte vacuno consumido: el asado. Lo que se observa es una brecha creciente entre los precios del asado y el pollo entero. La brecha nos muestra la diferencia entre ambos precios. Es decir, si en enero 1 kilo de asado equivalía a 3 kilos de pollo, en noviembre 1 kilo de asado equivale a 3,3 kg. de pollo. El encarecimiento relativo del asado respecto al pollo es de un 8% en el acumulado de 2020.
Analizando los cortes más caros, observamos que todos ellos se incrementaron durante noviembre muy por encima de la inflación general del período. Los principales incrementos los encontramos en matambre (12%), peceto (10%), colita de cuadril y vacío (9,5%) y lomo (9%).
Analizando los cortes vacunos de precio intermedio, vemos que los incrementos también se desarrollaron en todos los casos por encima de la inflación general. Los principales incrementos se encuentran en asado (11%), tapa de nalga y tapa de asado (8,6%)
En el caso de los cortes económicos, su evolución nominal de precios fue inferior a las otras categorías analizadas. Los principales aumentos se dieron en los cortes de falta (8,3%), y tortuguita (7%). El osobuco tuvo un incremento del 2%, lo que resulta por debajo de la inflación general del período.
En términos interanuales, la variación de precios nominales se movió por encima de la variación de precios del período, siendo el IPC de 35,8% entre noviembre de 2019 y noviembre 2020, lo cual implica un encarecimiento de los diversos cortes en términos reales. Si observamos la variación interanual durante noviembre 2020 de los precios de algunos cortes seleccionados, se percibe que los aumentos estuvieron en todos los casos, salvo el pollo, muy por encima de la inflación general. A la cabeza de los aumentos sobresalen cortes como el osobuco (66%), asado (61%), vacío (59%), picada especial (59%) y bola de lomo (58%). En estos casos observamos incrementos de más de 20 puntos porcentuales en relación a la inflación.
Es importante analizar el consumo de carne per cápita, dada su importancia en la dieta de las familias argentinas. Los datos analizados arrojan que el consumo per cápita durante 2020 (hasta septiembre, último dato disponible) se mantiene estable en 51 kg, anuales por habitante (kg/h), con un leve incremento del 0,21% respecto al 2019. Si analizamos los últimos cinco años, vemos que el consumo per cápita se encuentra en una tendencia decreciente desde el año 2016. En 2015 se ubicaba en 58,6 kg/h, en 2016 se reduce un 6% para ubicarse en 55,3 kg/h. En 2017 se incrementa un 4% aunque no logra recuperar la caída del año previo. Sin embargo, en el año 2019 se observa un derrumbe en el consumo cárnico, de casi 10%, lo que provoca que el consumo promedio pase de 56,5 kg/h a 51 kg/h; es decir una reducción de 5 kg/h en tan solo un año.
Recapitulando, el descenso en el volumen de carne consumida por la población se explica por las fuertes caídas de los años 2016 y 2019, Durante 2020, a pesar de la crisis derivada de la pandemia, el consumo se estabilizó alrededor de 51 kg/h, con un leve incremento respecto a 2019,
La situación del mercado de consumo de carnes, tanto en relación con la evolución de precios como a las cantidades consumidas, provocó la atención de la Secretaría de Comercio, que anunció la pronta puesta en marcha de un programa de consumo popular, asegurando varios de los principales cortes a precios por debajo de los actualmente encontrados en el mercado.
Evolución de precios de frutas y hortalizas
Con el objetivo de realizar un seguimiento del mercado de frutas y verduras, y dada la posible dispersión del mercado minorista, sumado a las dificultades producto de la pandemia, se decidió analizar los precios mayoristas de los principales productos del Mercado Central de Buenos Aires (MCBA), dada la enorme relevancia de dicho mercado concentrador en la determinación de los precios minoristas para la Región Metropolitana.
Al analizar las variaciones mensuales de precios durante los meses de octubre y noviembre, se advierte una gran volatilidad vinculada a estacionalidades de los productos, en conjunto con dificultades puntuales en la producción y/o cosecha que pueden demorar la entrada en gran volumen en el mercado y, por lo tanto, restringe la oferta afectando el nivel de precios.
Dicha volatilidad, tanto a nivel estacional como por dificultades puntuales, se ve reflejada en la evolución anual de los precios. El caso del tomate es paradigmático. Comienza el año en torno a los $20 por kilo, lo cual se va incrementando con el paso de las semanas hasta tocar un máximo de $70 por kilo durante la primera semana de junio. Luego vuelve a valores de $20 por kilo, manteniéndose estable durante algunas semanas, para luego comenzar nuevamente un proceso de aceleración, pasando por los $60 pesos por kilo durante septiembre, para llegar a un máximo de $108 durante octubre. Finalmente, el precio mayorista del tomate redondo se desploma para llegar a fines de noviembre a un promedio de $34 por kilo en el mercado mayorista.
Esta dinámica es ilustrativa de parte del mercado de frutas y hortalizas, ya que sufren diversos movimientos de precios vinculados a la estacionalidad de la cosecha y las condiciones climáticas, entre otros eventos circunstanciales posibles.
Durante el mes de noviembre, las principales variaciones positivas son de la batata (45%), la papa (29%), el zapallo (82%), y el limón (46%). Por otra parte, también resalta la caída del tomate (-35%) y la cebolla (-15%).
El promedio de variaciones mensuales se ubicó en el orden del 14,8%, aunque es necesario considerar dos cuestiones metodológicas importantes. Primero que los precios presentados, y por lo tanto sus variaciones, corresponden a los precios mayoristas. Y si bien es razonable asumir que dichos precios tienen una importancia central en la determinación de precios minoristas, no puede asegurarse que las variaciones de precios sean trasladadas íntegramente y de forma inmediata. La segunda cuestión está vinculada a que se trabajó sobre una serie de productos seleccionados, pero sin ponderar de acuerdo al volumen de comercialización, o de acuerdo a los patrones de consumo de los hogares consumidores. Por lo tanto, el impacto de las variaciones de precios en los bolsillos de los consumidores puede diferir al análisis del conjunto de los productos del rubro frutas y hortalizas.
Autores
Juan Pablo Costa y Hernán Letcher.
Notas al pie
[1] http://www.ipcva.com.ar/files/edm042005.pdf.
Anexo metodológico
Precios promedios mensuales de cortes seleccionados. Enero a noviembre 2020
Precios promedios mayoristas MCBA. Septiembre a noviembre 2020.
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