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Análisis sobre la evolución reciente del complejo lácteo - Julio 2024

El sector lácteo argentino ha sido objeto de un análisis exhaustivo que revela importantes tendencias y desafíos en su panorama económico. El presente informe elaborado por CEPA ha recopilado datos de distintos sectores y organismos, incluido lo publicado por la Dirección Nacional de Lechería (DNL) de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, que nos proporcionan una visión general de la situación actual, marcada por fluctuaciones en la producción, cambios en los precios y la presencia de una cadena de valor caracterizada por su heterogeneidad y dinamismo.

La producción de leche, uno de los complejos agroalimentarios más importantes y dinámicos dentro de la economía Argentina, ha experimentado variaciones significativas sobre todo desde la asunción de Javier Milei como Presidente de la Nación, lo cual nos arroja un panorama complejo que requiere de un análisis detallado para comprender su verdadero alcance y sus implicancias para el futuro no sólo del sector lácteo sino de los consumidores en Argentina.


Producción Primaria

Según datos relevados por la DNL, en el primer semestre de 2024 la producción nacional de leche fue de 4.500 millones de litros. Esto implica un descenso de la producción interanual de 12,6%. El último dato del que se tiene registro, junio (841 millones de litros), evidencia una retracción interanual de la producción de 7,1%.

La variación de producción interanual de abril (-16,2%) constituye la caída en la producción más importante desde noviembre de 2016 cuando, durante la presidencia de Mauricio Macri, la producción primaria de leche cruda se redujo 17,5% en su variación interanual.

Desde el Observatorio de la cadena Láctea Argentina (OCLA) han planteado que la caída en la producción de enero y febrero se explicó por los elevados índices de temperatura y humedad registrados en la mayoría de las regiones productivas (cuencas lecheras de Córdoba y Santa Fe) con la consecuente dificultad para producir pasturas, verdeos y reservas forrajeras y por las adversas relaciones de precios y costos producto del efecto devaluatorio e inflacionario del inicio del gobierno de Javier Milei y los bajos precios internacionales. La devaluación de diciembre de 2023 llevó el precio del maíz y la soja (alimento de las vacas) a relaciones donde los productores compraban 1,4 kg de alimento por cada litro de leche cuando normalmente la relación es 2 a 1.

Otro factor que puede explicar la caída de la producción de los primeros meses del 2024 es la venta de vacas en el segundo semestre del 2023 por falta de alimento y por el buen precio de la "vaca de rechazo"[1]. A partir de esto es posible inferir que el comienzo de 2024 cuente con menos vacas productivas.            

En diciembre de 2023, según los datos relevados por la secretaría, la caída de la producción fue de 7,7% respecto al mismo mes del año 2022. Si bien, normalmente la producción decrece en diciembre entre un 5 y 6% (en promedio diario), según OCLA, las razones se debieron al clima desfavorable y la diferencia entre precio de la leche y algunos insumos básicos (sobre todo concentrados). A estos factores particulares se le suma un factor macroeconómico general: el alto nivel de inflación que cerró en diciembre de 2023 en 211,4%.

En lo que respecta a la producción anual, en  el año 2023 se produjo 2% menos de leche, unos 11.326 millones de litros contra 11.557 millones de litros producidos en 2022.

Haciendo foco en la producción mensual del último año es posible observar que desde septiembre de 2023, según OCLA, los márgenes de los productores en Argentina se habían reducido por los bajos precios de la leche, lo que provocó un aumento del sacrificio de vacas lecheras, ya que algunos productores sacaron del rebaño vacas menos productivas. En noviembre del mismo año podemos destacar un importante aumento en el precio de los concentrados y la alimentación en general que profundizaron una tendencia bajista en la producción mensual.

El comportamiento observado en el gráfico 3 es habitual. La producción suele tener su pico en octubre para luego caer, según OCLA, a una tasa del 5% mensual hasta marzo / abril donde luego comienza a repuntar nuevamente hasta octubre.

Según OCLA, los tambos de más de 6.000 litros de producción diaria sufrieron una caída en la producción de enero a junio de 4,4%, considerablemente menor al 12,6% que sufrió el complejo en su agregado. Los tambos de producción diaria de entre 2.000 y 6.000 litros disminuyeron su producción en 11,2% mientras que los tambos pequeños de menos de 2.000 litros diarios de producción cayeron un 15,9% en su producción evidenciando las dificultades financieras para afrontar mayores gastos de alimentación.


Consumo de leche

Según información relevada por la Dirección Nacional de Lechería, el consumo interno de leche en los primeros 5 meses del año fue de 2.881 millones de litros equivalentes, representando una disminución interanual de 19,5%. Este proceso se agudiza particularmente en mayo con una caída del consumo de prácticamente el 30%. Este derrumbe se explica fundamentalmente por la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores. De noviembre de 2023 a abril de 2024, según INDEC, el Índice de Salarios del sector privado registrado disminuyó 9,5% y del sector público 21,5%.  

En Argentina, se estima que se consumen 200 litros de leche por habitante por año, pero según el INTA, esta cifra estaría en torno a los 187 litros en la actualidad. Por su parte, OCLA indica que en 2023 se consumieron 192,8 litros/habitante. Si se toma el consumo del primer semestre anualizado, el consumo se reduciría a sólo 122 litros por habitante.

El correlato de la caída del consumo se evidencia en las ventas. En el gráfico 5 es posible observar una tendencia descendente de las ventas de leches refrigeradas y no refrigeradas desde octubre de 2023 a febrero de 2024. Según la DNL para el mes de enero de 2024, las ventas presentaron un volumen 5,5% inferior, por encima de la caída estacional normal de la producción hasta abril. Al considerar los primeros 5 meses de 2024 las ventas de leches refrigeradas y no refrigeradas presentan una caída interanual de 14,7%, 16,0% en el caso de leches no refrigeradas y 12,6% para refrigeradas.


Relación de precios del litro de leche Productor / Góndola

El precio promedio de la leche cruda –que es el recibido por el productor lácteo informado por la industria argentina en junio de 2024- fue de $406,52 por litro, implicando un incremento interanual del orden de 293,1% y un incremento intermensual del 3,0% por debajo del IPC de junio de 4,6%.

Desde noviembre de 2016 hasta mayo de 2022 se evidencia un aumento en el ratio entre el precio del litro de leche pagado al productor y el ofrecido en góndola en la ciudad de Buenos Aires. Esta tendencia se revierte para encontrarse en junio de 2024 con un valor similar al de febrero de 2019 en torno al 32%.


Relación Insumo - Producto

El costo de producción del sector se encuentra íntimamente relacionado con la evolución del precio del maíz.  A pesar de la devaluación y el consiguiente incremento del precio del maíz, la relación con el litro de leche llevó la relación de precios a 2,45 julos de maíz por litro de leche.


Morfología del complejo

La cadena de valor sectorial está caracterizada por una importante atomización en el eslabón primario con decenas de miles de unidades productivas. En el Censo Agropecuario 2018 se identificaron 7.031 tambos[2], en el año 2022 según OCLA existían alrededor de 10.300 y 670 industrias radicadas en 14 cuencas en las provincias de Buenos Aires (2.430), Córdoba (3.449), Santa Fe (3.720), Entre Ríos (627), La Pampa y Santiago del Estero. En estas cuencas se obtiene el 90% de la materia prima. Se estima que la actividad primaria genera más de 45 mil puestos de trabajo[3].

La leche cruda es un producto altamente perecedero, no stockeable, de extracción continua que debe despacharse a las pocas horas de ser producido con exigencias higiénico sanitarias crecientes. Es una actividad mano de obra intensiva con una fuerte inversión en capital fijo y en consecuencia de fuerte arraigo territorial. La actividad primaria compite con el uso del suelo con la agricultura extensiva, y ha ido modificándose a sistemas más intensivos con el uso de suplementos, mejoras genéticas y manejo de tambo.

A mayo de 2024, el 34,0% de la cadena lo representa el productor, que en 2024 disminuyó su participación en 1,5 puntos porcentuales con respecto a 2023. En el 2021, un informe sectorial de la Secretaría de Lechería advertía este suceso de reducción pero alegaba que sucedía a un ritmo inferior al que se evidenciaba a nivel mundial. En ese entonces, Argentina registraba una tasa interanual de disminución de tambos de 1,9% mientras que en Australia era de 4,2% y en la Unión Europea de 6,7%[4]. El segundo segmento de la cadena de valor, el industrial, representa un 25,1% de la cadena mientras que la comercialización explica el 25,3% y el Estado un 15,6%.[5]

Los tambos pequeños (de menos de 2.000 litros diarios de producción) siguen siendo el estrato predominante con el 45% del total de unidades productivas del país. Pero se evidencia una disminución de este tipo de tambos en la última década. Como contrapartida, se destaca la proliferación de tambos grandes, conformados por alrededor de 500 unidades, que producen más de 10.000 litros diarios, los cuales multiplicaron su cantidad por 5 en tan solo 11 años.

Entre los motivos señalados por OCLA respecto a que los tambos de entre 2.000 y 4.000 litros diarios no llegan a convertirse en tambos de mayor escala se encuentran las causas de sucesión familiar, superficie, acceso al financiamiento, incorporación de tecnologías de insumos y procesos. Para los tambos pequeños se hace cada vez más difícil obtener rentabilidad en unidades de baja escala, al tiempo que permite suponer que esta actividad económica se ha ido profesionalizando en un sector altamente competitivo.

Según OCLA, en junio de 2024, los casi 400 tambos (4,2% del total) que producen más de 10.000 litros al día contribuyeron con 27,6% del total de la producción. Los 5.650 tambos que generan menos de 2.000 litros al día (58,1% del total de tambos) contribuyeron con el 19,4% de la producción nacional. Los 3.590 tambos restantes (37,7% del total) que producen entre 2.000 y 10.000 litros al día contribuyeron con el 53,0% de la producción.    

En comparación con el 2018, se evidencia una disminución significativa en la participación tanto en la cantidad de tambos como en el volumen de producción de las unidades que producen menos de 2.000 litros diarios. En 2018 los tambos de menos de 2.000 litros representaban el 58,2% de los tambos y el 22,8% de la producción mientras que en 2024 explican el 57,7% de los tambos y el 19,7% de la producción. Por otro lado, el porcentaje de tambos que producen más de 10.000 litros diarios pasó de representar el 2,4% de los tambos a 3,9% en 2024 e incrementó su peso relativo en la producción, pasando de 17,1% a 25,8% en 2024.


Industria

Por su parte, en lo que respecta al eslabón industrial, se trata de un eslabón estratificado con gran heterogeneidad en el tamaño de las firmas con cierta tendencia a la concentración y expansión de agentes multinacionales. Igualmente, existe una alta presencia de pymes, siendo muy fuerte su gravitación en la elaboración de quesos.

Mayormente se trata de una industria orientada al mercado interno, aunque posee un alto dinamismo exportador en los últimos años en el marco del crecimiento del consumo a nivel internacional, sobre todo en los países emergentes y por las medidas tomadas durante 2023: la eliminación de los derechos de exportación del sector y la regulación que permitió liquidar las exportaciones en parte al dólar oficial (80%) y en parte al contado con liquidación (20%).

Si bien, hasta junio de 2023, ninguna de las empresas lácteas superaba el 13% de participación en la compra de leche, las usinas históricamente han controlado precios de compra y han impuesto pautas tecnológicas a los tambos mediante pagos diferenciales por calidad y cantidad de leche procesada. Por ende, los principales conflictos residen en el limitado poder de negociación de los productores lácteos frente a los procesadores de leche, que en algunos casos tienen cadenas integradas como Sancor o La Serenísima.

El último informe OCLA julio 22- julio 23 realiza un ranking de las principales industrias lácteas de acuerdo al volumen diario de leche recibida.[6] Es decir, es la leche comprada a productores, pooles, cooperativas y la leche propia que algunas industrias poseen. Es toda la leche que se destinará a la elaboración de productos y su comercialización, independientemente de donde se procese. No se incluye la leche que alguna industria compra por cuenta de otra.

Se estima que aquellas empresas que reciben entre 30 y 250 mil litros diarios por día presentan la característica que generalmente tienen una producción diversificada y una actividad exportadora. Mientras que, aquellas que reciben hasta 5.000 litros diarios, su principal actividad es la producción de quesos y dulce de leche.[7]

Es importante destacar el grado de concentración en este segmento de la cadena donde las primeras 10 firmas representan el 46,5% de la participación en la producción de leche. Por encima de los 3 millones de litros de leche recibidos por día se encuentran únicamente 2 firmas que explican el 22,4% de la producción. Mastellone Hnos. es dueña de la firma La Serenísima hace más de 90 años, hoy socia de Arcor (49%) y Danone. Posee 7 plantas elaboradoras, logística propia y 12 centros de distribución. No posee tambos propios aunque establece relaciones de durabilidad con sus proveedores con el Programa Más Leche. Por su parte, Saputo (Molfino hermanos) es una empresa multinacional de origen canadiense. A nivel local posee tres plantas y comercializa la firma La Paulina en quesos. La mayor parte de su producción se orienta a la exportación (Caseína).


Desafío exportador

A nivel global, las regiones productoras de leche que representan más del 65% de la producción mundial de leche de vaca y alrededor del 80% de las exportaciones mundiales de productos lácteos son la Unión Europea, el Reino Unido, Argentina, Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos. El suministro mundial de leche de estos países impacta en los precios a nivel global.

En nuestro país, durante septiembre 2023, los márgenes del productor se vieron reducidos y el contexto global de crecimiento de la producción interanual mundial de leche se encontraba a un ritmo descendente, lo que se vincula principalmente con los bajos precios internacionales, con la demanda retraída por parte de China (país que tiene un consumo per cápita que aumentó 11 kilos per cápita en 13 años [8]), suba de los principales costos (alimentación y energía) y la sequía generalizada que afectó fuertemente nuestro país.

El precio de la leche en polvo (principal producto de exportación del sector) tomando la variación interanual a septiembre 2023 refleja un descenso a nivel mundial del 32,42%, encontrando su valor en 2022 en $3.641,50 y en septiembre de 2023 en $2.750,00.

En cuanto al pronóstico internacional de su producción, se estima que la producción de Nueva Zelanda en 2024 disminuirá un 0,5% a 21,4 millones de toneladas métricas. Esto se debe a las recientes disminuciones en el precio de la leche al productor, así como al aumento de las tasas de interés, que se espera que restrinjan el flujo de caja operativo. A esto se suman los desafíos climáticos que se avecinan con un patrón climático pronosticado de El Niño. Por último, el rodeo nacional de vacas lecheras ha disminuido desde las cifras máximas de 2015.

Por su parte, las fuentes industriales consultadas por la oficina del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estiman que la demanda de leche en polvo entera de China continuará disminuyendo levemente. La baja corresponde a una demanda más débil y un 2023 que cerró con altos stocks. Aunque esta tendencia se mantendría en 2024, la oficina del USDA proyecta que habrá un incremento en el uso de leche en polvo entera en el sector de la panadería[9].

En nuestro país, las exportaciones de 2023 fueron de 353,9 miles de toneladas de productos lácteos (-14,2% i.a.) equivalentes a 1.337,5 millones de dólares (-20,2% i.a.). El 29,9% de las toneladas exportadas en 2023 fueron de leche en polvo entera seguida por un 14,9% de mozzarella y un 9,3% de sueros. El 48,1% de las exportaciones tuvo como destino Brasil, seguido por Chile con un 8,4% y Argelia con un 5,6%.

La participación del sector sobre las exportaciones agroindustriales de 2023 fue solamente de un 3,7% mientras que en relación a las exportaciones totales del país en dicho año fue de un 2%.

En los primeros 5 meses de 2024, las exportaciones aumentaron un 6,7% interanualmente en toneladas de productos y retrocedieron 2,9% en millones de dólares. La participación de las exportaciones sobre el total de la producción fue de 30,3%. Es posible observar en el gráfico 9 una tendencia alcista de las exportaciones del sector en la última década (expresadas en toneladas).


Conclusiones

  • La caída del consumo interno de leche alcanzó, en mayo, el 29,9%. El proceso de caída de consumo fue profundizándose mes a mes exceptuando abril: en enero de 2024 representó una disminución interanual del 1,9%, en febrero, continuó con una disminución interanual de 20,6%, en marzo se redujo interanualmente 29,0%, en abril experimentó una caída de 15,9% y en mayo alcanzó el nivel mencionado. Si consideramos el acumulado de los primeros cinco meses de 2024 se evidencia una caída interanual de 19,5%.
  • En Argentina, se estima que se consumen 200 litros de leche por habitante por año, pero según el INTA, esta cifra estaría en torno a los 187 litros en la actualidad. Por su parte, OCLA indica que en 2023 se consumieron 192,8 litros/habitante. Si se toma el consumo del primer semestre anualizado, el consumo se reduciría a sólo 122 litros por habitante.
  • En junio de 2024 la producción nacional de leche fue de 841 millones de litros. Esto implica un descenso de la producción interanual de 7,1%. El acumulado interanual muestra una caída en la producción interanual del 12,6%.
  • La variación de producción interanual de abril (-16,2%) constituye la caída en la producción más importante de los últimos 8 años.
  • Al considerar los primeros cinco meses del 2024, las ventas de leches no refrigeradas presentan una caída interanual de 14,7% y las de leches refrigeradas, una retracción de 12,6%.
  • Según OCLA, en junio de 2024, los casi 400 tambos (4,2% del total) que producen más de 10.000 litros al día contribuyeron con 27,6% del total de la producción. Los 5.650 tambos que generan menos de 2.000 litros al día (58,1% del total de tambos) contribuyeron con el 19,4% de la producción nacional. Los 3.590 tambos restantes (37,7% del total) que producen entre 2.000 y 10.000 litros al día contribuyeron con el 53,0% de la producción.
  • En comparación con el 2018, se evidencia una disminución significativa en la participación tanto en la cantidad de tambos como en el volumen de producción de las unidades que producen menos de 2.000 litros diarios. En 2018 los tambos de menos de 2.000 litros representaban el 58,2% de los tambos y el 22,8% de la producción mientras que en 2024 explican el 57,7% de los tambos y el 19,7% de la producción. Por otro lado, el porcentaje de tambos que producen más de 10.000 litros diarios pasó de representar el 2,4% de los tambos a 3,9% en 2024 e incrementó su peso relativo en la producción, pasando de 17,1% a 25,8% en 2024.
  • Es importante destacar el grado de concentración del segmento industrial de la cadena donde las primeras 10 firmas representan el 46,5% de la participación en la producción de leche. Por encima de los 3 millones de litros de leche recibidos por día se encuentran únicamente 2 firmas (Saputo y Mastellone Hnos.) que explican el 22,4% de la producción.
  • Las exportaciones del sector representaron un 3,7% sobre las agroindustriales de 2023 y un 2% de las totales del país. Más allá de los bajos guarismos, el comercio exterior lácteo presenta una tendencia alcista en la última década (expresadas en toneladas).

Notas al pie

[1] La "vaca de rechazo" se refiere a una vaca que ya no es productiva en términos de reproducción o producción de leche, y por lo tanto, es vendida para su sacrificio. Generalmente, estas vacas son de edad avanzada, tienen problemas de salud, o ya no cumplen con los estándares productivos. Una vez sacrificadas, su carne se utiliza para la producción de carne de menor calidad, subproductos cárnicos o procesados.

[2] INDEC https://www.indec.gob.ar/indec/web/Nivel4-Tema-3-8-87

[3] Industria láctea argentina: entre la atomización y la necesidad de incentivos y créditos 2022 https://www.cronista.com/economia-politica/industria-lactea-argentina-entre-la-atomizacion-y-la-necesidad-de-incentivos-y-creditos/

[4] INFORMES DE CADENAS DE VALOR Diciembre 2022. https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/ficha_lacteos_-_2022_-_web.pptx.pdf

[5] https://www.ocla.org.ar/tablero/

[6] https://www.ocla.org.ar/noticias/27334309

[7]https://www.pwc.com.ar/es/agribusiness/publicaciones/assets/analisis-sectorial-no-3-industria-lactea.pdf

[8] OCLA https://www.ocla.org.ar/noticias/28279251-china-leche-una-historia-de-cambios-y-desafios#:~:text=China%20tambi%C3%A9n%20se%20ha%20convertido,a%2036%20kilogramos%20en%202019.

[9] Importaciones de leche en polvo entera de China en 2024 caerán y serán las más bajas en siete años https://portalechero.com/importaciones-de-leche-en-polvo-entera-de-china-en-2024-caeran-y-seran-las-mas-bajas-en-siete-anos/


Registro bibliográfico

Informe CEPA N° 392, ISSN 2796-7166.


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