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Los precios vienen con levadura: informe sobre el precio del pan

El pan es un alimento infaltable en la mesa de los argentinos y parte central del gasto cotidiano de los hogares. Desde noviembre de 2015 y hasta febrero 2017, en virtud del incremento en el precio de la harina y del gas (incluyendo los últimos aumentos), el precio que pagarán los consumidores habrá registrado un aumento acumulado del 83%, muy por encima del nivel general de precios (que sufrió un incremento del 41%).

Adicionalmente, el incremento actual, de entre 15% y 20% en el precio del pan, tendrá un fuerte impacto sobre la inflación de febrero, ya que representa el 2,87% del gasto promedio de los hogares según el IPC calculado por el INDEC.

El incremento en el precio del pan se explica principalmente por los aumentos en los costos de la harina y el gas. Mientras que el precio internacional del trigo se ha mantenido estable en los últimos años, las medidas tomadas por el gobierno afectaron el precio del trigo en el mercado interno. En efecto, la quita de retenciones, la devaluación de diciembre de 2015, y la eliminación de los permisos de exportación, el precio del trigo -principal insumo para la harina- se incrementó un 104% en el mercado interno. El precio de la bolsa de 50 kg de harina paso de $110 a $160, llegando a $330 en enero de 2017, registrando en todo el periodo un incremento del 200%. Es posible, en virtud de la desaparición de los stocks acumulados y la mala calidad de las últimas cosechas, que los molinos y distribuidores se estén adelantando a futuros incrementos en el precio del trigo.

Otro factor que probablemente incremente el precio del pan son los diferentes tarifazos. El costo del gas, imprescindible para la elaboración del pan, aumentó un 500% promedio en 2016, al que habrá que adicionar un nuevo aumento anunciado para abril de 2017, que se estima en 54%. Una panadería que pagaba $1.000 mensuales de gas en enero de 2016, pasará a pagar $9.240 luego del nuevo tarifazo de gas.


Evolución de precio del pan

El 20 de febrero de 2017 el precio del pan se incrementará entre un 15% y un 20%, según lo acordado por los empresarios panaderos del sector. Con el aumento informado el pan acumula un incremento del 83% desde noviembre de 2015 en la  zona de CABA y el Gran Buenos Aires. En aquel momento, el precio por kilo era cercano a los $25 y a partir del 20 de febrero el kilo de pan pasará a costar aproximadamente $45 (véase Gráfico1).

El pan y los productos de panificación representan un 2,87% del gasto promedio de los hogares considerando el IPC calculado por el INDEC a partir de 2016. El aumento del pan tendrá entonces, un importante peso en el índice inflacionario de febrero. Vale recordar que en febrero también comenzará a regir el aumento de la electricidad.


Aumento de costos

El aumento del precio del pan está explicado por los incrementos en los costos de la harina y del gas, insumos principales para la elaboración del producto. A su vez, el precio de la harina depende del precio del trigo en el mercado interno, que deriva del precio internacional del trigo.

El trigo, por ser un “commodity”, tiene un precio internacional que es altamente especulativo y es cotizado en varias plazas mundiales. A su vez, los precios cotizados se basan en varios tipos de trigo y suelen producirse índices de precio de trigo combinando varios tipos (1). El índice del IGC, por ejemplo registra una caída de su valor desde 2008. La variación que se presenta a continuación (Gráfico 2, desde 2014) confirma la misma tendencia.

Utilizando como hitos los meses de noviembre 2015, enero 2016 y febrero 2017 para analizar la evolución del precio del trigo internacional, se deduce que a partir de la evolución del índice compuesto del IGC, el precio del trigo internacional ha tendido hacia la baja, como lo demuestra el Gráfico 2, aunque considerando los meses de análisis, entre noviembre 2015 y febrero 2017 ha habido estabilidad de precio. Al observar el precio de una variedad de trigo en valores de dólares por tonelada, la misma tendencia a la estabilidad se verifica entre noviembre 2015 y febrero 2017.

Indudablemente el precio del trigo pagado al productor en la Argentina está relacionado con el precio internacional. El Cuadro 2 compara lo que podría considerarse el precio interno teórico (que resulta del precio internacional, tipo de cambio y deducción de las retenciones) y el precio efectivamente pagado al productor en Argentina. Como se observa en el cuadro existe una diferencia entre ambas cifras indicando que en la composición del precio interno intervienen otras variables.

Teniendo en cuenta que no todo tipo de trigo es utilizado para la confección del pan, sino que sólo se utiliza el trigo disponible que es apto para el consumo humano, el precio al productor está determinado por el precio internacional, el tipo de cambio, las retenciones a la exportación de trigo, los registros de exportación (ROE) y el efecto del stock disponible de trigo.

El precio por tonelada pagado al productor por el trigo pan (trigo apto para hacer harina para consumo humano) se incrementó un 103,6% entre noviembre de 2015 y enero de 2017. El precio internacional del trigo (3) no varió, como indica la primera fila del cuadro, con lo cual el aumento del precio del trigo se explica con las demás variables.

La segunda fila del cuadro, indica el tipo de cambio en cada uno de los periodos considerados: la devaluación explica un incremento de un 62% en el precio. La tercera fila, es el porcentaje de retención, el cual pasó de 23% a un 0% a partir de diciembre de 2016. Esta quita de retenciones generó también un incremento en el precio interno, alequiparar el precio de importación con el pagado por el mercado interno. El precio resultante, que denominamos precio interno teórico del trigo, registra un aumento de 109% entre noviembre 2015 y febrero 2017, pasando de $1.157,87 a $2.411,58. Este aumento contiene el efecto resultante de la variación del tipo de cambio, la quita de retenciones y el incremento de la quita de retenciones sobre la devaluación (4).

Ahora bien, el precio real que fue pagado a los productores en Argentina (5) en el mismo período registró un aumento de 103,6% entre noviembre 2015 y febrero 2017. Esta cifra, distinta al precio interno teórico, contiene efectos adicionales que exceden únicamente el tipo de cambio y la quita de retenciones.

La diferencia entre la variación explicada en el precio internacional y la variación del precio efectivamente percibido por los productores de trigo locales es explicada por otros factores, como la eliminación de los ROE y por diferencias locales en el stock de trigo y la demanda local, respecto del precio internacional tomado como referencia.

En diciembre de 2015, el valor de la bolsa de harina de 50 kg pasó de $120 a $160, y siguió aumentando sostenidamente durante todo el año 2016. En enero de 2017 la bolsa de harina no se podía conseguir por menos de $330, es decir, un incremento del 200%.

Como puede derivarse del análisis precedente, el precio de la bolsa de harina aumentó casi el doble del precio de la tonelada de trigo. Es posible que los molinos y distribuidoresseesténadelantandoalassubasporvenir(preciodereposición)porel efecto de las disminuciones de stock (Cuadro 5). En efecto, el stock final en 2016 es menos de un tercio del stock final de 2014.

Por otra parte, el trigo que se está cosechando actualmente en gran parte no tiene la calidad adecuada y es destinado a forraje, por lo que la oferta de trigo pan futura puede llegar a escasear (si prima la exportación sobre el mercado interno). De cumplirse esta hipótesis, podrían experimentarse nuevos aumentos en el precio de la harina por encima del nivel de precios general.

Otro factor de la composición del precio del pan es el gas. El incremento tarifario del gas significó un incremento sustancial para una industria que es gas-intensiva. Para  una panadería representativa del sector, el costo del gas previo al tarifazo representaba cerca de $1.000 mensuales y luego de octubre de 2016 (aun considerando la baja en la producción fruto de una fuerte caída en la demanda) el costo ascendió a $6.000. Proyectando un aumento de 54% para abril de 2017, el costo mensual del gas será de $7700.

El magro desempeño de las panaderías consultadas se encuentra en línea con lo sucedido en el comercio minorista en general del sector Alimentos y Bebidas: ambos acumulan en enero de 2017 trece meses consecutivos de caída interanual, según datos aportados por la CAME. Es notable que, en enero de 2017, a pesar de contar con la pregonada ventaja estadística, los guarismos continuaron arrojando resultados negativos. La ventaja estadística hace referencia a la comparación de un periodo respecto de otro, donde el indicador de ese segundo periodo -en este caso las ventas- han mostrado una performance sensiblemente baja (enero de 2016).

Los aumentos de costos, resultado de la importante caída en la demanda, fueron absorbidos, en parte, por los propios productores y comerciantes que pusieron en juego diversas estrategias para intentar disminuir los costos y sostener el negocio. Las principales estrategias, de acuerdo a los comercios de proximidad consultados, fueron la reducción de personal y el reemplazo por el trabajo de los dueños o familiares, la reducción de horarios de atención al público y días de apertura del comercio, y reducción de la variedad de productos ofrecidos.


Panaderos y consumidores, los grandes perdedores

La cadena de valor se compone de los productores de grano de trigo, los acopiadores, los molinos, los distribuidores de harina y los panaderos. En algunos casos, hay comerciantes que comercializan pan, pero no lo producen.

Los pequeños productores panaderos y los consumidores finales son los grandes perjudicados por los aumentos del pan. Los primeros, porque corren con aumentos imposibles de trasladar a precios en su totalidad, sin sufrir una abrupta caída en la demanda. Además, por su pequeña escala se les dificulta mucho generar estrategias adaptativas propias de los agentes más grandes, como negociaciones directas con productores. En muchos casos, la única solución encontrada ha sido disminuir la escala de producción, pasar a la informalidad o directamente cerrar el establecimiento.

Los consumidores finales, acarrean aumentos en todos los bienes desde noviembre de 2015, en un marco de caída del poder adquisitivo del salario y degradación del mercado laboral. La estructura de mercado del sector, generó que los consumidores argentinos paguen el pan muy por encima de los países vecinos.

El aumento de precio del pan ha sido tan exagerado que se encuentra significativamente por encima del precio de cualquier país de la región, especialmente relevante es el caso de Brasil, un país que importa trigo, donde el precio del producto es casi la mitad del precio local. Y aún más, el precio argentino hoy supera el precio de EEUU, país con un nivel de ingresos cuatro veces mayor al argentino.


Conclusiones

  • Desde noviembre de 2015 y hasta febrero 2017, en virtud del incremento en el precio de la harina y del gas (incluyendo los últimos aumentos), el precio que pagarán los consumidores habrá registrado un aumento acumulado del 83%, muy por encima del nivel general de precios (que sufrió un incremento del 41%). El precio por kilo era cercano a los $25 en noviembre de 2015 y a partir del 20 de febrero pasará a costar aproximadamente $45
  • Adicionalmente, el incremento actual, de entre 15% y 20% en el precio del pan, tendrá un fuerte impacto sobre la inflación de febrero, ya que representa el 2,87% del gasto promedio de los hogares según el IPC calculado por el INDEC.
  • El incremento en el precio del pan se explica principalmente por los aumentos en los costos de la harina y el gas. Mientras que el precio internacional del trigo se ha mantenido estable en los últimos años, las medidas tomadas por el gobierno afectaron el precio del trigo en el mercado interno.
  • En efecto, la quita de retenciones, la devaluación de diciembre de 2015, y la eliminación de los permisos de exportación, el precio del trigo -principal  insumo para la harina- se incrementó un 104% en el mercado interno. El precio de la bolsa de 50 kg de harina paso de $110 a $160, llegando a $330 en enero de 2017, registrando en todo el periodo un incremento del 200%. Es posible, en virtud de la desaparición de los stocks acumulados y la mala calidad de las últimas cosechas, que los molinos y distribuidores se estén adelantando a futuros incrementos en el precio del trigo.
  • Otro factor que probablemente incremente el precio del pan son los diferentes tarifazos. El costo del gas, imprescindible para la elaboración del pan, aumentó un 500% promedio en 2016, al que habrá que adicionar un nuevo aumento anunciado para abril de 2017, que se estima en 54%. Una panadería que pagaba $1.000 mensuales de gas en enero de 2016, pasará a pagar $9.240 luego del nuevo tarifazo de gas.
  • Los pequeños productores panaderos y los consumidores finales son los grandes perjudicados por los aumentos del pan. Los primeros, porque corren con aumentos imposibles de trasladar a precios en su totalidad, sin sufrir una abrupta caída en la demanda. Además, por su pequeña escala se les dificulta mucho generar estrategias adaptativas propias de los agentes más grandes, como negociaciones directas con productores. En muchos casos, la única solución encontrada ha sido disminuir la escala de producción, pasar a la informalidad o directamente cerrar elestablecimiento.
  • Los consumidores finales, acarrean aumentos en todos los bienes desde noviembre de 2015, en un marco de caída del poder adquisitivo del salario y degradación del mercado laboral. El aumento de precio del pan ha sido tan exagerado que se encuentra significativamente por encima del precio de cualquier país de la región, especialmente relevante es el caso de Brasil, un país que importa trigo, donde el precio del producto es casi la mitad del precio local. Y aún más, el precio argentino hoy supera el precio de EEUU, país con un nivel de ingresos cuatro veces mayor al argentino.

Notas al pie

(1) Los índices más reconocidos son los de la  FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura) y  del International Grain Council(IGC)
(2) El índice del precio del trigo del IGC está compuesto por diez variedades de trigo siguientes: (i) Argentina : trigo-pan, precio FOB en puertos rio arriba, (ii) Australia: ASW, precio FOB en el puerto de Adelaide, (iii) Mar Negro: Trigo de molienda, precio FOB; (iv) Canadá: No. 1 CWRS, 13.5%, FOB St. Lawrence, (v) Canadá: No. 1 CWRS, 13.5%, FOB Vancouver, (vi) Unión Europea (Francia), Standard Grade, FOB Rouen, (vii) EEUU : No. 2 HRW (ordinary), FOB Golfo de México, (vii) EEUU : No. 2 SRW, FOB Golfo de México, (ix) EEUU: No. 2 DNS, 14%, FOB PNW, (x) EEUU, No. 2 SW, FOBPNW.
(3) Trigo No.1 Hard Red Winter,proteina normal, FOB Golfo de Mexico.
(4) , donde Pt=precio del trigo, Pi=Precio internacional, r=tasa de retenciones, tc=tipo de cambio, interaccion son los efectos cruzados o de segundo orden, y los factores no explicados incluyen todos los demás factores no incluidos en el modelo.
(5) Utilizando el precio del trigo –pan en Quenquén y Bahía Blanca.
(6) Se encontró mucha dispersión en el valor del precio de la bolsa de harina pagado por los diferentes panaderos consultados. Mientras los actores más grandes informaron incrementos del precio cercano al incremento en el precio del trigo (con un precio de la bolsa de harina cercana a $250), los actores más chicos arrojaban un precio de entre $370 y $400. Esto se debe a diferentes estrategias implementadas por unos y por otros, donde en el primer caso existe la posibilidad de adelantar y  cooperativizar compras directas a los molinos, y los pequeños productores cargan con todos los incrementos y recargos de los distribuidores.


Sobre este informe

Instituciones autoras: Centro de Economía Política Argentina (CEPA) e Instituto de Economía Popular (IndEP).


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Alimentos, Precios, Consumo, Canasta básica, Harina, Pan